El fin es aquello que nos proponemos y que nos puede ayudar a superarnos o bien, si no lo conseguimos, nos puede hundir moralmente, ¿ estaríais dispuestos a pasar por encima de todo para conseguirlo?
Hay que tener un poco de criterio moral en este mundo y tambien hay que tener el respeto muy presente, por ello no creo que el fin justifique los medios.
Por supuesto, debemos tener siempre clarisimos nuestros objetivos y luchar por aquello que queremos porque si no lo hacemos nada tendría sentido pero, desde mí punto de vista, se deben saber valorar las opiniones del resto, y por ello respetarlas y saber lograr nuestros fines sin tener la necesidad de destruir a los demás. Si no podemos conseguir aquello que nos proponemos sin esta condición es porque nuestro fin es imposible de lograr. También hay matices de la forma en la que pasemos por encima del otro para alcanzar los propósitos ansiados. Creo que nunca habría que llegar al daño físico y en la parte de la moral todo sería relativo, hay que tener en cuenta lo que nosostros pensamos que merece el otro.
El ejemplo más claro que podríamos barajar se da en el amor: si quieres a una persona y ésta tiene pareja no creo que sea éticamente correcto meterte en medio de la pareja o utilizar la mentira para lograr el fin de ella. Pero sí sería inteligente un acercamiento a la persona y desde ahí acer que sea ella la que tome la decisión.
Maquiavelo defendería primero, la postura correcta y si no llega a sus objetivos la "incorrecta".
En mí opinión nunca debemos llegar al extremo porque todos nuestros propósitos y actos tienen un límite, y este límite no sobrepasa a las otras personas ya que si todos fueramos maquiavélicos el mundo sería una ida y venida de crímenes y locuras.
jueves, 22 de mayo de 2008
jueves, 15 de mayo de 2008
¿ ViVimoS eeN uN MundO PoLítiCamenTe JustO ?
La política, se supone, pretende otorgar a la población unos derechos y obligaciones que nos hagan más libres, y así, mantener un equilibrio difícil de crear.
España, en mi opinión, no es un país justo ya que las leyes son las protagonistas de la política y éstas no están en concordancia con los tiempos en que vivimos. No puede haber un país políticamente justo cuando la justicia es la que permite a los violadores estar en la calle y los asesinos, gracias a los atenuantes por confesar su culpabilidad o simplemente, por no tener antecedentes, no pisan la cárcel. La política no es justa cuando gasta el dinero en grandes casas para los presidentes y sueldos ostentosos para los ministros mientras que otros no tienen donde cobijarse.
Hay otros países todavía menos justos políticamente. Son aquellos cuyos presidentes viven en la abundancia mientras sus habitantes mueren de hambre o mueren por enfermedades inexistentes en una sociedad moderna, aquellos que no se preocupan porque lo único relevante son ellos. La política injusta también crea una sociedad denigrante.
A los políticos les conviene pensar que el país al que gobiernan sí es justo, porque creen que las leyes, al tratar de conducirnos por un camino, hace la política justa. Sin embargo esto no es así, ya que quizás la libertad nos permite tener una vida independiente, pero si esta política justa nos obliga a pagar por una monarquía o, los presentadores de televisión deben medir sus palabras al hablar del gobierno, entonces no vivimos en un país políticamente justo ni libre.
Un país políticamente justo será aquel donde los ciudadanos elijan 100% el funcionamiento del país y no sólo entre unos pocos partidos y, donde, las leyes otorguen deberes y derechos adecuados.
España, en mi opinión, no es un país justo ya que las leyes son las protagonistas de la política y éstas no están en concordancia con los tiempos en que vivimos. No puede haber un país políticamente justo cuando la justicia es la que permite a los violadores estar en la calle y los asesinos, gracias a los atenuantes por confesar su culpabilidad o simplemente, por no tener antecedentes, no pisan la cárcel. La política no es justa cuando gasta el dinero en grandes casas para los presidentes y sueldos ostentosos para los ministros mientras que otros no tienen donde cobijarse.
Hay otros países todavía menos justos políticamente. Son aquellos cuyos presidentes viven en la abundancia mientras sus habitantes mueren de hambre o mueren por enfermedades inexistentes en una sociedad moderna, aquellos que no se preocupan porque lo único relevante son ellos. La política injusta también crea una sociedad denigrante.
A los políticos les conviene pensar que el país al que gobiernan sí es justo, porque creen que las leyes, al tratar de conducirnos por un camino, hace la política justa. Sin embargo esto no es así, ya que quizás la libertad nos permite tener una vida independiente, pero si esta política justa nos obliga a pagar por una monarquía o, los presentadores de televisión deben medir sus palabras al hablar del gobierno, entonces no vivimos en un país políticamente justo ni libre.
Un país políticamente justo será aquel donde los ciudadanos elijan 100% el funcionamiento del país y no sólo entre unos pocos partidos y, donde, las leyes otorguen deberes y derechos adecuados.
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