Yo creo que ansiamos el placer antes que la felicidad.
La felicidad es algo inseparable de nuestras vidas, si no somos felices nada tiene sentido. Por ello estamos habituados a la felicidad y todos nosotros o la gran mayoría somos felices así que no la tenemos en cuenta. El placer, sin embargo, está a un paso más arriba de la otra. Cuando hacemos algo por placer significa que es algo superior, innecesario, pero contrariamente, si el placer no existiera nada tendría sentido.
La felicidad siempre forma parte de nosotros, en cualquier momento de el día más triste existe un instante de felicidad, sin ansiarla la poseemos, así que el placer es lo indispensable. Es lo que diferencia un día cualquiera, con sonrisas, al igual que todos los demás, de otros que llegan más allá.
Por ejemplo, podemos salir un día a dar una vuelta con nuestros amigos, la cual cosa nos proporciona felicidad y alegría. El salir una noche a una discoteca es placer (si lo hacemos porque lo deseamos) y aporta un punto algo diferente a lo de todos los días.
Cuando el placer se toma como una costumbre se acaba convirtiendo en felicidad.
jueves, 15 de noviembre de 2007
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1 comentario:
Tania, ponme los comentarios a los libros.
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